15 jun 2008

¡Vivan los domingos!

Decía Cioran (perdón por citarlo) algo así como que todo el tedio de la existencia se acumulaba los domingos por la tarde, es decir, la insignificancia de seguir vivo y la ilusa tozudez con la que nos aferramos a nuestro mortecino sendero, como si fuésemos inmortales, como si nuestras huellas permaneciesen inmutables al paso del tiempo.
Pero no, amigos! Seamos felices, que ese Cioran fue sólo un amargado con una extraordinaria capacidad para plasmar sus neuras. Es domingo, nada tiene sentido, me duele a rabiar el pecho... ¿de qué me quejo?
¿Alguien sabe si El Cafetín está hoy abierto?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cioran pudo ser un poco más resilente ante su experiencia de vida autoasignada, voluntaria. Quizás habría tenido domingos mpas felices y nosotros menos impresiones a priori de lo que es esté mitico día de la semana.
El domingo o fomingo ya le dejé de llamar, pero que aún muchos llaman así, es el día de la no responsabilidad. Que agradable no?

Hace un tiempo paso leyendo lo que escribes desde el otro continente, ahora con blog nuevo te pasaré a escribir más seguido


Ah y mejor ni te pases por mi blog, porque ahi hay harta ñoñería de esa que adviertes no dejar en los post !!


Saludos http://desordengramatical.blogspot.com/

Walter Buscarini dijo...

Hola Vale!
bienvenida al ajetreado mundo blogger... gracias por visitarnos desde el otro lado del charquito
Oye, ¿por qué fomingo?
Bueno, a ver cómo te hacemos llegar la revista Bostezo (porque no debemos olvidar que este blog es secundario a la redacción, edición y publicación de una revista en papel)