7 ago 2008

Encendí la tele (perdón Santiago)

Los informativos veraniegos me recuerdan el tedio del ciclo humano. Imagenes calcadas a las del año anterior y las del siguiente (¿o serán las mismas?): que si incendios, que si "exclusivas" a pie de playa ("ay hijo mucho calor"), que si personas ahogadas en piscinas, que si africanos en patera, que si narcotraficantes en lanchas y accidentes en carretera... acabo de ver un telediario. Será suficiente. Hasta otoño, por lo menos.
Llegados al ecuador del verano, se hace necesario cambiar de "noticia". Se acabaron los ahogados en playas y piscinas, dejaron de ser rentables en términos informativos (un ahogado NO es noticia; hasta treinta ahogados SÍ es noticia, más de treinta resulta aburrido). Menos mal que han llegado los incendios. Carpetazo a los ahogados, se abre la veda del fuego (no es bueno mezclar "alarmas": o los incendios o los ahogados, sino el espectador puede sentirse en medio del Apocalipsis y cambiar de canal). La presentadora del telediario 24 horas -toda la noche repitiendo las mismas noticias- acaba de presentar a las 4.30 de la madrugada el "primer gran incendio de la temporada"... luego conecta en un extraño directo con la enviada al incendio ("en el lugar de los hechos se encuentra menganita" que, cada media hora, informa de lo mismo, con las mismas palabras y los mismos gestos). Y menganita pues tiene que poner rictus de que el incendio es gravísimo (porque las llamas no se ven por ningún lado). Recuerda que es uno de los más graves de Aragón (¿de su historia o de los últimos cinco minutos? ¿en intensidad o extensión?) y que los vecinos no recordaban nada igual desde el Neolítico. Menos mal que han venido 400 efectivos y no-sé-cuantas unidades (efectivos y unidades dan un toque más alarmista a lo que está sucediendo) y se han lanzado a sofocar (mucho más espectacular que "apagar") el incendio. La noticia de siempre: el fuego permanece "activo", se esperan "refuerzos", el lugar es de difícil acceso, el incendio no está controlado, pero los vecinos pueden dormir tranquilos porque no hay riesgo de evacuación. Comienzan los incendios, el drama del verano, sin duda... los informantes respiran (y es que las matanzas de Iraq ya saturaron a la audiencia)
En fin, no hagamos leña del árbol caído... los informativos son cada vez más de chicha y nabo. Todo tiene que ser lo más "alarmante, espectacular, dañino, excitante, ponzoñoso" posible... en una atmósfera descontextualizada donde las noticias son perfectamente intercambiables (hace poco, los presentadores de Cuatro informaron del desembarco de una patera con las mismas imágenes de otro desembarco del día anterior, ¡como son negros no se nota!)... para luego dar paso a los bufones del siglo XXI: los deportistas. Pan y circo y, sino te gusta, pues apaga el trasto. Hecho. Perdón Santiago.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me ha gustado mucho, es la realidad de nuestra sociedad dicho con mucha gracia. os leo todos los días por si hay algo nuevo. hasta mi próximo comentario