Austria no es lo que pensaba

Bostezo busca corresponsal en Centroeuropa (se remunerará...)

En las últimas semanas nos están llegando inquietantes noticias desde Austria. A la macabra historia de Josef Friztl se une ahora una plaga de garrapatas que ha obligado a la FIFA a recomendar una vacuna a los jugadores que participarán en la Eurocopa de de fútbol. A esto se une el suceso de aquella niña que fue secuestrada y violada durante ocho años por su captor y que Austria fuera pionera en el bizarro style de Eurovisión... y mientras releo esto, otro austriaco confiesa haber asesinado a sus padres, a su hija, a su esposa y a su suegro (¿perdonó a la suegra?) para no hacerlos sufrir por sus deudas.
Austria no es lo que pensaba; lo consideraba epícentro del sistema del bienestar. Hasta ahora me sonaba a música clásica, relajantes cimas nevadas, sobriedad arquitéctonica (y mental) y bucólicos paseos por algún parque con hojitas otoñales por el suelo y refinadas cagarrutas de perro, educadamente recogidas por su dueño, el mismo que a esta hora igual está construyendo una bomba nuclear en el subsuelo.
¿Qué está pasando en Austria? ¿Será que tanto bienestar provoca un tedioso malestar? ¿Perverso aburrimiento existencial?