Con costales de arena en la casa previa del mundo
se les golpea los riñones. Con costales de arena.
Altos como visiones y más grandes que dos estrellas dulces
y aplacadas,
así pasan por sus lenguas las puntas de sus cuernos.
(En su solo ser nervio todos tienen nombre.
En la casa que conduce previamente hasta el mundo).
Purgados con sulfato de sosa para provocarles diarreas,
aturdidos con el inmovilón que los deja mermados,
–se les recorta las puntas de los cuernos
se les golpea en los riñones con costales de arena
(se les patea los testículos)
y todo ocurre en la parte silenciosa de la casa previa al mundo.
Cuando aún no tienen nombre
(del poemario Porción del enemigo, todavía inédito. Quique Falcón es colaborador de la revista Bostezo)
13 feb 2008
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